jueves, 7 de abril de 2011

De sabores


Me gustan las cocinas porque me gustas tú. Me gustan los poemas que hablan de algo que pasa en la cocina porque sales tú.


De entre todas las cosas de la cocina me gustan tus manos cortando la lechuga, secando los tomates para la ensalada. Me gusta cuando sazonas la ensalada y me gustas tú.


Me gusta cuando me miras como si fuera un intruso en la cocina y luego te engatas con un bufido de sabor. Me gustan tus ojos de gata porque son esquivos a los nombres y a los adjetivos.



Me gusta mirarte desde el quicio de la puerta, porque me gustas tú y tu cocina y los platos que preparas. Me gusta cuando me dices que no te importa la sal, que no te importa la pimienta, las especias, las guindilla.


Me gusta el momento en el que dejo el mantel sobre la mesa, en que lo dejo caer al aire de la fiesta, del gusto, del sabor. Me gustan los platos en la mesa, el vino, cortar el pan.


Me gusta devorarte porque me gustas tú, porque me gusta el cielo sobre tu cuerpo blanco y el sabor de la salsa en ese cuerpo.


Me gusta, me gusta, me gustas tú.

1 comentario:

bosquedebambú dijo...

Saborear todos esos momentos y detalles debe un gustazo en/para todos los sentidos. Me recuerdas a una canción de Manu Chao que me encanta, aunque creo que lo que escribes va más allá. Me gusta. BdB