domingo, 20 de noviembre de 2016

Leyendo a Ángeles Mora en un mar de espuma

Hay algo que hace especial la poesía de Ángeles Mora, de sus Ficciones para una autobiografía (burtleby editores) y que ha merecido el Premio Nacional y el de La Crítica en este año, es algo familiar, cercano, un tono coloquial en apariencia, la sencillez que sin embargo no cae del lado de lo simple. A veces un poema empieza como desvaído, como si no fuera poema y fuera simple conversación del día a día, "Fue el primer día/ llamé a la puerta equivocada...", pero de pronto algo sucede, una realizadad poética somo sin querer, como sin que nos demos cuenta, se lleva la palabra a otro terreno, el del cuidado y el del respeto por el lector que no se ve apabullado por el alarde verbal o referencial pero tampoco por la ramplonería de la linealidad y lo plano. Será que pienso todo esto esta mañana porque le estoy leyendo los poemas en voz alta a mi hijo mientras se da un baño de espuma.

IN THE. WINDMILLS OF YOUR MIND
(O el hilo de una historia)

Fue el primer día.
Llamé a la puerta equivocada.
Pulsé el tiemble una vez y otra, impaciente,
y tú abriste a mi espalda.
Sabías que era yo quien apretaba en vano
el timbre del vecino.
Me dijiste " es quí"
y sonreías burlón.

Me volvÍ avergonzada.
Parecias un diablo divertido
ante la puerta de su infierno.
Tropecé  con tus ojos
y me precipité al vacío.
Aún me enciende el futuro
aquella puerta abierta,
aquella rendija
Por la que Alicia atravesó el espejo
y yo alcancé otro tiempo.

La Luz devora más que el fuego.
Hay una claridad
que no está a la vista, que gira
como un molino de viento en la cabeza.
Un pensamiento puede tener la llave
para cambiar de sitio
la noche.

En aquel mundo extraño, al otro lado del mundo,
sucede ti y de mí como no se anunciaba
en mi destino.
Pero existe un destino que sólo se conquista.
Un espacio de sueño y desafío
para escribir lo nuevo.
Aquel mundo distinto que en ti ardía
estalló en mi conciencia
Como definitivo.
Me trajo el argumento
para urdir la novela de una vida.

En aquel laberinto de luces de tu mente,
fui la invitada que se quedó a cenar.

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