A veces me compro un libro de poemas al azar, sin saber muy bien por qué, por qué ese libro y no otro, por ejemplo, una corazonada, como el otro día en la Montaña Mágica de Vicente Velasco Montoya. Así que le eché mano a "Línea de nieve" de Gabriel Issausti, de quien me habia hablado hace algún tiempo Soren Peñalver.
A veces ojeo u hojeo, que ya no me queda claro, ese libro y de pronto siento una profunda decepción. Y me dura un tiempo hasta que de pronto vuelvo a abrirlo. Es otro el tiempo y otra la premisa para leerlo, alejada de la urgencia de la primera lectura, de cualquier expectativa, otros también, por qué no, los ojos con los que leo, y entonces pienso en la suerte de haber vuelto a abrir ese libro y de haberme encontrado con un poema, en este caso, "Niebla en Aralar", la segunda parte de la serie "Preludios" Y del que a continuación copio un fragmento: "Ahora vivo, en más de un sentido, al otro lado y en las noches de invierno, al acostarme, siento el frío que llega de esos montes como una mano helada que tienta en las tinieblas. Dónde somos, y no de dónde somos, me digo, es la pregunta." En mi caso, ya he encontrado la respuesta.
A veces ojeo u hojeo, que ya no me queda claro, ese libro y de pronto siento una profunda decepción. Y me dura un tiempo hasta que de pronto vuelvo a abrirlo. Es otro el tiempo y otra la premisa para leerlo, alejada de la urgencia de la primera lectura, de cualquier expectativa, otros también, por qué no, los ojos con los que leo, y entonces pienso en la suerte de haber vuelto a abrir ese libro y de haberme encontrado con un poema, en este caso, "Niebla en Aralar", la segunda parte de la serie "Preludios" Y del que a continuación copio un fragmento: "Ahora vivo, en más de un sentido, al otro lado y en las noches de invierno, al acostarme, siento el frío que llega de esos montes como una mano helada que tienta en las tinieblas. Dónde somos, y no de dónde somos, me digo, es la pregunta." En mi caso, ya he encontrado la respuesta.
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