domingo, 17 de marzo de 2013

El poder de una respuesta

¿Son necesarios los políticos? Hace unos años, celebrando no sé por qué -viendo donde la hemos llevado- un aniversario de nuestra Constitución, a alguien en un medio de comunicación le tocó glosar uno de sus artículos en el que se prohibía expresamente la tortura y me sorprendió lo que dijo entonces, porque era  tan obvio, decía que si hacía falta prohibir algo era porque existía.

Así que  cuando uno llega a la pregunta de si son necesarios los políticos es porque es ya incuestionable que no lo son, que podríamos prescindir de ellos, ni de izquierdas ni de derechas, profesionales del estipendio y de la estafa. No son un mal necesario, son sencillamente un mal. Les digo a mis alumnos cuando analizamos la sintaxis de una oración que se queden siempre con la respuesta más sencilla, con esto también vale. Si alguien es capaz de argumentar a favor de los políticos, tal y como los sufrimos ahora, que se lo mire, porque como el astronauta nadie supera la sencillez.

Gestores profesionales guiados por una Constitución de un par de líneas, poco en apariencia, unas frases en las que aparezca el sintagma ser humano y la palabra respeto, formuladas con una sintaxis clara y sin dobleces.Y que respondan a las preguntas de los ciudadanos y que den explicaciones y que rindan cuentas y que sea humildes y que no olviden de quién es y para qué es el dinero que administran...

Y como último, una pequeña anécdota doméstica. Este año hemos cambiado cuatro veces de administrador en mi comunidad y hasta donde yo llego creo que no ha pasado nada.

1 comentario:

Unknown dijo...

Estoy al cien por ciento de acuerdo con que hay que desmantelar éstas pandillas de saqueadores que se hacen llamar políticos.
Hay que diseminar éste mensaje.
Pero hay que tener en cuenta que el problema es que ellos se organizan para estar en el poder, y los que los sufrimos debemos organizarnos para poner un hasta aquí.
¿Por que razón iríamos a querer gente sobrepagada para cumplir su deber?
De seguro que han de existir los auténticos administradores que propones.
Y hay que diseñar un sistema de comités plurales que lleven a cabo negociaciones grabadas y televisadas de contratos que de otra forma se pueden tornar en fuentes de soborno.
Aquí está el reto para la evolución del orden y la justicia social.