martes, 28 de septiembre de 2010

Escuchar música (Mi Norfolk privado 2)


La distancia entre las estrellas se acrecienta. Una fisura extraña nos deja la oportunidad del espacio vacío, del salón vacío donde colocar muebles nuevos, donde expandir las sillas, la mesa de madera, libros apilados. Vender y comprar o sólo vender. Espacios nuevos, nuevas ventanas irisando la luz de la tarde, plantas, el viento en el anverso de la mano.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Mi Norfolk privado


Norfolk está al margen de todo, no es un lugar de paso, está, se pasa por Norfolk para ir a Norfolk. Últimamente intento pasar el mayor tiempo posible aquí. Es un lugar tranquilo, donde estamos los que estamos, un lugar de objetos y seres perdidos, nuestro lugar de momentos perdidos particular. No es una idea original, lo sé, la saqué una tarde de una novela, mientras leía Nunca me abandones de Kazuo Ishiguro, lo vi claro, por qué no viajar a Norfolk, no para algo, simplemente para ir a Norfolk.

Me gusta estar en esta ciudad, me imagino siendo Philip Larkin, en su biblioteca de la Universidad de Hull, de hecho fue una de las primeras excursiones que hice, pero Hull es como Philip Larkin, algo huraña y, como el poeta de Ventanas altas, está bien donde está, lejos de todos por elección propia y voluntaria. Y así estoy yo en Norfolk, en mi propio Norfolk, feliz de tener mi tiempo justo donde quería tenerlo.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Volamos


Tengo cinco minutos para escribir algo nuevo sobre esta foto, cinco minutos porque me espera mi chica, bueno, ya la conocéis. Ella es un poco como Audrey Hepburn y yo tengo una vespa, que corre, que vuela hacia su corazón, hacia su cara de diosa coronada.

Qué cosas, cinco minutos y me van a sobrar cuatro.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Tele Jorge Javier

La primera vez que vi en televisión a Jorge Javier me hizo gracia. Era por la tarde, hacía calor y Ana Rosa Quintana todavía no era ese personaje zafio en el que luego se convirtió ( o lo era pero aún podía más el disimulo que la realidad). J.J. hacía una colaboración breve, en plan cañero con los famosos, sin contemplaciones, pero aún velada con una risa nerviosa que hacía que sus palabras parecieran una travesura. Luego llegó el tomate y esa hostilidad latente y obscena por todo lo que no fuera lo que el tomate dictaba.

Pues a lo que iba, que entonces intenté ver la tele seria, los programas con fundamento y pensé que los telediarios podrían ser una solución, los programas de debates como ese que tras 59 segundos se le retira el micrófono al orador o esos monográficos de entrevistas con el presidente del gobierno, con el representante de la oposición, con el representante de las respectivas nacionalidades minoritarias, etc. Hasta tal punto que la tele se llenó de políticos groseros, mentirosos, soeces, falaces y carentes de ética.

Y entonces eché de menos el tomate.

martes, 7 de septiembre de 2010

jueves, 2 de septiembre de 2010

Balada de Randy Hickey por Catalina



Año nuevo, curso nuevo, vida nueva, nueva nueva, tic, tac, tic tac. El señor cangrejo perdona a su amada, es condescendiente, dice sí y dice no. Las estrellas rotan, el planeta rota, tú y yo rotamos, y todo para que bailes, para que muevas tu cuerpo, para que el mundo se cimbree a imagen y semejanza de tu cuerpo, y entonces qué más dan las estrellas, qué importa que roten, que estén arriba o abajo, que brillen, si todo el universo cabe en ti.



Randy y Catalina (Personajes de la serie Mi nombre es Earl)