martes, 14 de agosto de 2012

Un poema inédito en el blog de Antonio Gracia

Aquí os dejo uno de mis poemas-bagatelas. Es parte de un juego que no puedo desvelar. Espero que lo disfrutéis. También espero que lo uséis, si es el caso.



http://antoniograciaoniria.blogspot.com.es/2012/08/un-poema-de-antonio-aguilar-rodriguez.html



14_lista de comidas para la semana


El lunes te meriendo,
te ceno el martes,
el miércoles rebaño
tu cuerpo con mis dedos,
el jueves te relamo,
el viernes muerdo tu mentón
como una fresa,
y el sábado devoro
constelaciones de lunares
en tu cintura.

Tan sólo ya nos queda
decidir en qué lado de la cama
desayunamos el domingo.


© Antonio Aguilar Rodríguez (Inédito)

martes, 7 de agosto de 2012

El guión

Este verano no gano para sustos. Estoy leyendo una novela y todos los personajes hablan de mí. Es raro, pero es así, no hay otras opciones. A veces las hay, pero hoy no. Todos los personajes sin excepción hablan de mí. Así que he suspendido mi vida, y las de mis otros yoes, todos reconcentrados en estos días de calor en una pequeña habitación donde estamos encerrados con un ventilador y este libro. Le he dado al pause, a ver qué pasa, a ver por dónde sigue el autor, quién sabe, lo mismo las páginas restantes se quedan en blanco o encuentro un mapa por donde seguir y alcanzar eso que algunos llaman futuro.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Rectificable

No escribo desde hace unas semanas. Sale el sol no obstante todos los días, es una manera de ningunearme, pienso. Qué está pasando. Anoche en un gesto teatral dije, Antonio A. ya no es poeta, hace casi diez años que no publica y luego rectifiqué, y qué pasa con Dame tus manos. Qué curioso, con el cariño que he puesto en cada uno de esos poemas, así que quise rectificar la frase y decir, Antonio A. no publica desde casi diez años de forma individual y entonces pensé en esa plaquet Pequeña caja de tormentas y tuve que rectificar de nuevo. Eran demasiadas rectificaciones y la persona que descansaba a mi lado ya se había quedado dormida. A quién le iba yo a enmendar la plana, a rectificar nada a esas horas. Llamar a mis padres me parecía excesivo. El whatsaap no iba a funcionar, seguro que nadie se daría por aludido. Así que intenté conciliar el sueño y no pude, al menos durante cinco minutos. Tengo móvil nuevo y me dediqué a reordenar las aplicaciones en su pantalla inicial durante cuatro minutos y quince segundos, así que pasado ese tiempo me di cuenta de lo absurdo de todo y dejé de organizar y rectificar y disponer las cosas. Qué coño. Estiré el brazo, toqué a mi chica que al otro lado de la cama intentaba también dormir y noté su calor, notar otra cosa en estos días casi se hace imposible, también noté su paz y me quedé dormido.