sábado, 16 de noviembre de 2013

Un poema

Escribí un poema una tarde en Verona. Estábamos en una mesa de un café en una plaza bulliciosa con puestos de colores y de mercado. Recuerdo que tú me mirabas a través del objetivo de una cámara. Era una cámara violeta que yo te había regalado. "El ojo que ves no es/ ojo porque tú lo veas;/ es ojo porque te ve", dijo Machado, Antonio.

Ahora releo el poema en silencio y me doy cuenta de que el poema estaba en todo lo que entonces no vimos que era el poema. Esta noche el silencio arde y sus palabras consuelan.