martes, 3 de febrero de 2009

A veces con solo mirarla

Foto de Richard Avedon

A veces me pregunto cómo empiezan las historias, dónde, en qué momento. A veces esta idea me atosiga, no en exceso, pero sí con esa constancia de las cosas que te acompañan durante toda una tarde con su peso liviano, un libro que no sabes dónde poner, las bolsas de una compra, el papel que no te atreves a tirar de ninguna manera a la calle.

A veces hay momentos en los que pienso, ¿y si no me doy cuenta? , ¿y si esa persona está ahí y pasa desapercibida?, ¿y si no sé interpretar sus gestos, sus palabras?

Es como en un poema de Eloy Sánchez Rosillo. Un muchacho mira desde la ventana de su habitación a una chica que pasea por la calle. Está indeciso, la observa. Ella pasa como en otra vida, como si la calle por la que transita no hubiera sido la misma calle por la que acabas de pasar tú, tal vez de vuelta de clase. E imaginas lo que podría suceder, lo que podría ocurrir entre vosotros si le dijeras algo, si tal vez chistaras o bajaras a la calle y te hicieras el encontradizo. Pero no haces nada y la chica se va y de pronto la noche cae con sus pesada carga.

A veces me pregunto cómo empiezan las cosas, dónde, en qué momento. Y sólo obtengo como respuesta el color de tus ojos y la extraña forma que tienes de decirme a todo que sí.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi maravilloso Antonio, nunca me he atrevido a escribir un comentario en tu blog, aunque soy fiel seguidora de él, y ya era hora.
Me gusta el punto meláncolico y a la vez bonito que le pones a cada una de las entradas.
Cuando tenga tiempo contestaré tu e-mail acompañado de unas cuantas fotillos.

Un beso, "Amanda Thripp" ;)

María dijo...

Es cierto que no sabemos como empienzan las cosas, aparecen como por azar y es dificil saber su final.Pongamos todo el interés que se merecen y hagamos que la vida sea bella. Un beso

Anónimo dijo...

a) El chico de la ventana baja a la calle, se acerca a la moza y la piropea.
b) El chico la endiosa en su imaginación y trama cien desarrollos a ese encuentre.
c) La chica acepta el piropo, se toman un café, charlan, intercambian números de teléfono, etc.
d) La chica lo manda a hacer gárgaras y le mete una denuncia por inicio de acoso.
¡Ay, Señor, Señor...!
D.M.G.

Antonio Aguilar dijo...

Querida anónima, gracias por pasar por aquí y por quedarte. Hablas de un email, de fotos... Bueno, a la espera quedo, ya he picado el anzuelo.
DMG seguro que hay más posibilidades, pero recuerde que este blog es de ficción.
Gracias Isis por el beso.

fabiana alonso dijo...

LIC. AGUILAR DISCREPO CON SU IDEA DE LA FICCION : NO ES FICCION ES CATARTICO. ATTE: EL VUELO DEL MOSQUITO MOLESTO EN MOCHES DE VERANO...

Antonio Aguilar dijo...

Veo, querida Fabiana, que no me da tregua. ¿Podríamos dejarlo en una catarsis ficcional? Me parece que el texto aunque cumple con unas necesidades personales de reconocimiento, de aprendizaje, también tiene su parte de ficción, de una "débil" deformación de la realidad a mi favor.
Aunque por otro lado mi amigo dondiego descubrió hace tiempo que no sé mentir. Qué le vamos a hacer.

Anónimo dijo...

hola querido antonio, disfruté mucho de nuestro fugaz encuentro, me encantó la dedicatoria que me pusiste en tu pequeño libro de poemas, me alegra verte tan efusivo, alegre, en fin...tan VIVO. un besico.

fabiana alonso dijo...

las deformaciones de la realidad muchas veces devienen en enfermedades mentales, pero bueno, vamos a dar tregua y a no seguir aclarando que oscurece... como se dice por estos pagos.

una pez payaso dijo...

Querido padrinillo-primo, a veces con solo mirarla, parece que tienes bastante...pero yo quiero que escribas más cositas.

Glup!

Anónimo dijo...

¡¿Pero no habíamos quedado en que una de las cosas para las que sirven los poetas en para que nos transformen la realidad y nos la hagan más linda!?
D.M.G.

Antonio Aguilar dijo...

A veces la vida no me da tregua, como en estas semanas, en las que de pronto me he olvidado del sofá y de la manta, del tiempo que dedicaba a mi blog, de entrar en internet, de poner la colada, de fregar, etc. Pero seguro que encuentro un hueco. Además, me apetecía darle unos días a las entradas, que se me juntan a veces en la cola del supermercado y se solapan.

Anónimo dijo...

Esto es mangnífco porque plasma cosas que todos hemos pensado en algún momento, o a todas horas...
:-)