Este señor es Ramón Luis Valvárcel. Presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia. Perdonen por la foto.
Anoche antes de acostarme miré el correo electrónico y tal vez debería no haberlo hecho, de todas formas, hoy me habría enterado a primera hora. Escuchamos la lotería de navidad por la radio, parece que el mundo tiene que sonreír, coño, que es navidad.
Yo soy un trabajador de la administración pública. Aprobé unas oposiciones hace once años. Tengo unos jefes que no conozco en la administración, políticos, gente a la que suponemos una cualificación pero que no siempre la tienen, que habrán opositado a algo, es probable, pero a qué. Y a los que además dudo que les hayan afectado los cambios económicos y de afectarles, digan lo que digan, serán en el sueldo, pero no en las dietas, ni en los incentivos, o en todo eso que ellos se embolsan porque son ellos, los elegidos. Así que me voy a la cama pero leo antes el correo de mi compañero Diego Reina que está en un sindicato y me entero de que a partir de enero cobraré 175€ menos, así, sin más explicaciones, sin otro argumento que la necesidad de ajustar las cuentas de una Comunidad Autónoma que hace un dispendio continuado sobre todo en lo concerniente a autobombo. No sé los datos económicos del Manifesta 8, tampoco los he encontrado por internet. No sé la necesidad de un SOS 4.8 al que este año la Región de Murcia aportará, de momento, aproximadamente 1.4000.000 €, según decía la prensa ayer. Tampoco sé que nos cuesta que aparezca no-typical en un coche de fórmula 1, a la velocidad que van. Cosas así, que se ven, o no tanto, y que posiblemente escondan otras tantas que seguro que son más flagrantes.
Cuando en junio nos recortaron a instancias del gobierno central unos 90 €, creí que era, de alguna manera, necesaria nuestra aportación, pero luego los hechos hablan por sí solos, y en un país con un 20 % de la población activa en paro, los gestos de nuestros políticos dejan bastante que desear. Sueldos vitalicios, condiciones laborales que no se ciñen al mismo régimen que el de los demás mortales. Cosas así, de las que encontramos ejemplos a diario. El día de la huelga general escuchaba en casa radio nacional 3 y me llamó la atención enterarme de que a los congresistas que ese día, como yo, no asistirían a su trabajo, no les descontarían la parte proporcional, porque en resumen, no tenían contrato de trabajo. En esta comunidad autónoma se blindaron una serie de puestos de asesores ante los primeros recortes. En un acto académico de mi instituto el Consejero correspondiente, que asistía a lo que no dejaba de ser un acto íntimo de celebración del 40 aniversario de la fundación de ese centro, acudió en su coche oficial con su jefa de protocolo, dios mío, una jefa de protocolo para un acto escolar, y que se encargó de enseñarnos a todos los que estábamos entre bambalinas que a un consejero no se le puede poner el botellín de agua cerrado, que tiene que estar abierto y ella misma con sus manos lo abrió a expensas de su señoría.
Pues eso, que empezamos bien las navidades, que espero que este recorte sinceramente sirva para algo. Detrás de este recorte hay otros de menor repercusión mediática en la asistencia social, aumento de la jornada laboral, supresión del plan de pensiones... Tal vez ahora empiezo a moderar mis sentimientos, sigo pensando en el imbécil que ha escrito el proyecto de decreto y en los argumentos absurdos que arguye, pero en fin de cuentas, como dice la canción de Bonnie M que suena en el spotify, es navidad y que tendrá que ser feliz, porque ellos lo dicen con insistencia, feliz navidad, feliz navidad.
Yo soy un trabajador de la administración pública. Aprobé unas oposiciones hace once años. Tengo unos jefes que no conozco en la administración, políticos, gente a la que suponemos una cualificación pero que no siempre la tienen, que habrán opositado a algo, es probable, pero a qué. Y a los que además dudo que les hayan afectado los cambios económicos y de afectarles, digan lo que digan, serán en el sueldo, pero no en las dietas, ni en los incentivos, o en todo eso que ellos se embolsan porque son ellos, los elegidos. Así que me voy a la cama pero leo antes el correo de mi compañero Diego Reina que está en un sindicato y me entero de que a partir de enero cobraré 175€ menos, así, sin más explicaciones, sin otro argumento que la necesidad de ajustar las cuentas de una Comunidad Autónoma que hace un dispendio continuado sobre todo en lo concerniente a autobombo. No sé los datos económicos del Manifesta 8, tampoco los he encontrado por internet. No sé la necesidad de un SOS 4.8 al que este año la Región de Murcia aportará, de momento, aproximadamente 1.4000.000 €, según decía la prensa ayer. Tampoco sé que nos cuesta que aparezca no-typical en un coche de fórmula 1, a la velocidad que van. Cosas así, que se ven, o no tanto, y que posiblemente escondan otras tantas que seguro que son más flagrantes.
Cuando en junio nos recortaron a instancias del gobierno central unos 90 €, creí que era, de alguna manera, necesaria nuestra aportación, pero luego los hechos hablan por sí solos, y en un país con un 20 % de la población activa en paro, los gestos de nuestros políticos dejan bastante que desear. Sueldos vitalicios, condiciones laborales que no se ciñen al mismo régimen que el de los demás mortales. Cosas así, de las que encontramos ejemplos a diario. El día de la huelga general escuchaba en casa radio nacional 3 y me llamó la atención enterarme de que a los congresistas que ese día, como yo, no asistirían a su trabajo, no les descontarían la parte proporcional, porque en resumen, no tenían contrato de trabajo. En esta comunidad autónoma se blindaron una serie de puestos de asesores ante los primeros recortes. En un acto académico de mi instituto el Consejero correspondiente, que asistía a lo que no dejaba de ser un acto íntimo de celebración del 40 aniversario de la fundación de ese centro, acudió en su coche oficial con su jefa de protocolo, dios mío, una jefa de protocolo para un acto escolar, y que se encargó de enseñarnos a todos los que estábamos entre bambalinas que a un consejero no se le puede poner el botellín de agua cerrado, que tiene que estar abierto y ella misma con sus manos lo abrió a expensas de su señoría.
Pues eso, que empezamos bien las navidades, que espero que este recorte sinceramente sirva para algo. Detrás de este recorte hay otros de menor repercusión mediática en la asistencia social, aumento de la jornada laboral, supresión del plan de pensiones... Tal vez ahora empiezo a moderar mis sentimientos, sigo pensando en el imbécil que ha escrito el proyecto de decreto y en los argumentos absurdos que arguye, pero en fin de cuentas, como dice la canción de Bonnie M que suena en el spotify, es navidad y que tendrá que ser feliz, porque ellos lo dicen con insistencia, feliz navidad, feliz navidad.
2 comentarios:
Yo he ido a un par de exposiciones del Manifesta8 y estaban bien, pero vacías... Estoy de acuerdo también en lo de la Fórmula 1. Aunque me encanta, veo absurdo que lleve financiación pública ya que, como dices, a esa velocidad, ni siquiera se verá. En cuanto a lo de SOS 4.8... Hombre, necesario creo que es... es cultura al fin y al cabo (además quiero ir desde hace años) pero también veo una exageración que le cueste al ayuntamiento o a la consejería (no sé quien se encarga) esa burrada de dinero.
Lo de los recortes... yo también lo veo necesario (ya me he hecho a la idea de que cuando me llegue la hora, yo no podré optar a una pensión de subvención pública y tendré que tirar por lo privado... eso es evidente)... pero por supuesto, lo que es asqueroso (con perdón) es que la clase política (los de siempre) sigan con su supremacía, despotismo, cinismo, impunidad (paro que me enciendo yo también)...
Esto me recuerda a una imagen "graciosa" que es, quizás, la que mejor describe a nuestros queridos políticos:
http://www.cuantarazon.com/12427/vote-por-nadie
Perdón por el quijotesco comentario. ¡Salud!
El próximo post creo se merece un comentario de condena a la agresión recibida por el Consejero de Cultura. Saludos
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