Hoy te siento viernes todas las horas. Viernes por la noche. Como si la noche del jueves no existiera, como si las ordenanzas la hubieran prohibido. Imposible sentirse jueves por la noche, sentirse en mitad de la nada cuando dentro de unas horas hubiera que madrugar, sentarse frente al café, encontrar una línea de baldosas amarillas.
Complemamente viernes, y no ser Luis García Montero y no estar en Granada sino aquí, completamente tuyo.
Complemamente viernes, y no ser Luis García Montero y no estar en Granada sino aquí, completamente tuyo.
3 comentarios:
Bonita manera de expresarse,
saludos.
He de discrepar, Antonio, pues una noche de jueves (en mi calidad de universitario) es lo mejor que puede pasar. Es cuando todo ha acabado, cuando empieza el fin de semana, cuando puedes relajarte o puedes salir de fiesta... Esto no quita que me guste mucho el breve texto que has escrito. Jaja.
¡Salud!
Pero es que Tomás, uno empieza a estar alejado de la universidad. De todas maneras cuando llega la noche del jueves siento una sensación curiosa, como que la semana laboral está vencida. y me gusta.
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