Lanzó las tristes redes de sus ojos oceánicos. Ella se quedó mirándolo durante uno segundos, con su cuerpo atenazado entre los aparejos.
Abrázame, le dijo, liberándola. Y ella lo abrazó.
Las ecuaciones se repetían en el reloj de pulsera. La comisura de sus labios era un enigma. Cómo, se preguntó, siendo feliz como era pudiera sentirse aún más feliz.
No sabrá nunca decirlo de otra forma, pero aquel cuerpo era el significante de un significado profundo y desconocido. Entonces ella tocó con sus manos las costuras de una cicatriz que era invisible. Debajo estaba su corazón.
Y de pronto empezó a palpitar.
Abrázame, le dijo, liberándola. Y ella lo abrazó.
Las ecuaciones se repetían en el reloj de pulsera. La comisura de sus labios era un enigma. Cómo, se preguntó, siendo feliz como era pudiera sentirse aún más feliz.
No sabrá nunca decirlo de otra forma, pero aquel cuerpo era el significante de un significado profundo y desconocido. Entonces ella tocó con sus manos las costuras de una cicatriz que era invisible. Debajo estaba su corazón.
Y de pronto empezó a palpitar.
6 comentarios:
Bigardo.
No voy a entrar en adulaciones, que despues te encaramas a ellas.
Simplemente me alegro de volver a leerte.
Un abrazo.
Que fiera!!! Nunca me hubiera imaginado que un hombre tan desastroso como el de esta historia puediera tener una historia de amor tan preciosa.
Sergio Pastor
Me recuerdas a Rilke en el modo de hilvanar lo bello y lo siniestro y en la capacidad sutil de hacer de lo siniestro, destellos de arte.
Hola churricos. Mucho tiempo sí, yo también me alegro de volver a veros. Tú sí que eres un fiera Sergio, vaya recital que diste el otro día, me gustó mucho lo que leíste y la forma en la que presentas tus escritos, crees en ellos y eso me gusta.
Noelia, muchas gracias, pero Rilke es mucho Rilke.
Rilke es mucho Rilke, pero anda que Antonio Aguilar... eso sí que es mucho Antonio, gracias por tus "afierantes" y bonitas palabras, acabo de enterarme de su existencia porque una vez que te dejo un comentario no me vuelvo a pasar por la pagina de comentarios, pero hoy, quizas el destino, hizo que me pasara, y ahora que en vez de escribirte este comentario deberia de estar estudiando sociales y liado, como me corresponde, te escribo por aquí, porque me encanta este blog y...¿por qué no? Tú también. Hacía ya tiempo que no visitaba tu blog, porque estuve dos semanas con internet roto, pero lo primero que hice en cuanto esta mañana vinieron los del ono a ponerme el nuevo router fue meterme en tu blog, a ver las novedades, y quizás esto debería de escribirtelo por correo, pero no, porque a ti te gustará que la gente te deje comentarios pero es que a mi me encanta dejarlos, aquí, en este paraíso on-line, te escribo desde la nostalgia de la literatura dejada de lado porque con los estudios me es imposible llevar la dos cosas, pero con la enorme recompensa que te aportan los resultados de los examenes y de haber estudiado, y también te escribo hacia la alegría, la alegría de tu blog, de ti y para nosotros, mucho más para ti claro. Espero y quiero, que algún día pueda escribirte con la recompensa de los resultados de unos examenes hechos por ti.
Un saludo muy grande.
Sergio Pastor.
Muy bueno.
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