Ni macroeconomía, ni crisis mundial, si supra ni micro mercados, lo que realmente está en peligro es la dignidad del ser humano, algo que para la bolsa tal vez nunca haya existido o no como un valor al alza o tal vez sí y por eso estamos como estamos.
A partir de ahora este blog estará en lo que podríamos llamar ESTADO DE DIGNIDAD, de la dignidad humana. Prometo, en la medida en la que uno pueda no serlo, no ser demagogo y reconocer llegado el caso, que llegará, las equivocaciones. No te preocupes, que aunque me ponga serio -más serio- (hubo una chica que me dejó precisamente por eso, pero tú por favor no me dejes) no perderé el sentido del humor.
Obviamente entraré en el plano personal, porque se trata de una cuestión personal, no lo olvido, de dignidad personal. Y te invito a que participes, a que comentes o a que me envíes directamente un texto para que lo suba como entrada, a que me enlaces y a que si quieres y no te parece una chorrada (a mí posiblemente me lo hubiera parecido de haber llegado a estas alturas de una entrada ajena titulada así) declares también tu blog en estado de dignidad.
Me olvido por un momento de ciertas terminologías, olvido eso de la clase media, por ejemplo, olvido lo de la crisis del mercado, la "innecesidad" de la bolsa, la inflación, las regulaciones salariales. Aquí se trata de algo más sencillo. Se trata de ti y de mí, en concreto, y de lo que toca con nuestras vidas, de lo que somos, de si albergamos una esperanza, tal vez ser algo más que consumidores programados, algo más que un medio para el fin de la gran manzana, y lo más importante, me digo, de si sabemos todo esto o lo hemos, desgraciadamente, olvidado.
A partir de ahora este blog estará en lo que podríamos llamar ESTADO DE DIGNIDAD, de la dignidad humana. Prometo, en la medida en la que uno pueda no serlo, no ser demagogo y reconocer llegado el caso, que llegará, las equivocaciones. No te preocupes, que aunque me ponga serio -más serio- (hubo una chica que me dejó precisamente por eso, pero tú por favor no me dejes) no perderé el sentido del humor.
Obviamente entraré en el plano personal, porque se trata de una cuestión personal, no lo olvido, de dignidad personal. Y te invito a que participes, a que comentes o a que me envíes directamente un texto para que lo suba como entrada, a que me enlaces y a que si quieres y no te parece una chorrada (a mí posiblemente me lo hubiera parecido de haber llegado a estas alturas de una entrada ajena titulada así) declares también tu blog en estado de dignidad.
Me olvido por un momento de ciertas terminologías, olvido eso de la clase media, por ejemplo, olvido lo de la crisis del mercado, la "innecesidad" de la bolsa, la inflación, las regulaciones salariales. Aquí se trata de algo más sencillo. Se trata de ti y de mí, en concreto, y de lo que toca con nuestras vidas, de lo que somos, de si albergamos una esperanza, tal vez ser algo más que consumidores programados, algo más que un medio para el fin de la gran manzana, y lo más importante, me digo, de si sabemos todo esto o lo hemos, desgraciadamente, olvidado.
1 comentario:
ANTOÑICO:
¡No seas injusto, hombre!
Esto lo hace la Leidi Gaga y amasa una fortuna de visitas, de dinero y de éxito.
Salu2.
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