miércoles, 7 de septiembre de 2011

De bares y premios literarios


Hace unos días recibo por error un correo electrónico que iba dirigido al ayuntamiento, pienso, de Almendralejo. No lo sé a ciencia cierta, pero es lo más probable por los datos que da y por las circunstancias. En un primer momento decido borrarlo, presionar el botón. Delete. Olvidarme. Pero no sé por qué enseguida pienso que a lo mejor no es tan azaroso que ese correo haya llegado a mi bandeja de entrada y decido, tal vez movido por el cansancio y cierta premura por irme a la cama, publicarlo en este blog. Darle al botón. Control+V.

Buenos días, hace unos meses, movido por cierta ilusión, imprudente, también hay que decirlo, decidí presentarme a los premios literarios que promueve su ayuntamiento. Di por finalizado mi libro –cosa que en realidad nunca sucede-, hice cinco copias y las encuaderné (unos treinta euros aproximadamente), fui posteriormente a una estafeta de correos, amablemente, tras guardar cola, compré un sobre (cinco euros), metí dentro las cinco copias con el sobre de la plica, los cerré, cerré el sobre de la plica y el otro más grande, retirando la tira de papel que salva la zona encolada para tal efecto. Pagué el envío, (otros diez euros). Cuando salía de la oficina decidí tomarme un café o un refresco, algo tranquilo, y poner cara de escritor del diecinueve, tal vez del veinte, mientras el camarero solícito me ponía la coca-cola (dos euros), así de esa manera tal vez concitara a las musas, pero está visto que la coca-cola y las musas no se entienden del todo. En vez de eso sentí un profundo dolor de estómago, un subir y bajar súbito de tripas que no auguraban nada bueno. Y así hasta hoy. Dos meses y medio después de la fecha prevista para el fallo la cosa sigue igual. En su página suspenden el acto de entrega sine die. Releo las bases y no encuentro el punto donde dice que las contingencias políticas podrían alterar el devenir de la poesía, es decir, que la política jodiera a la poesía. Pues eso. Señores, que en su prestigio lo llevan. Por mi parte, me doy por desconcursado, aunque eso, creo, ya lo han decidido ustedes.

Atentamente, J. A. G.

Por cierto, Antonio -concluye con una postdata- no creo que pueda pagarte el dinero de las cervezas de la otra noche.

4 comentarios:

Dyhego dijo...

ANTONIO:
¡Otra vez será! ¡Ánimo!
Salu2.

Antonio Aguilar dijo...

Hola Dyhego. No estiendo eso de otra vez será. Dice mi amigo, que, por lo visto debido a la alternancia política, el premio literario se ha quedado ahí, en un limbo, pasan los meses y ya nadie lo falla y toma cartas en el asunto, y mientras los poetas ven como en realidad estos premios apenas suscitan el interés de los propios que los convocan. Escribir, fotocopiar, encuadernar, enviar, poner cierta ilusión... Todo eso bien se merecería un poco de seriedad.

Dyhego dijo...

ANTONIO:
No vayas a creer que me burlo. ¡En absoluto!
Como bien dices, un poco de seriedad es imprescindible y necesario.
Quise decir, que habrá otras convocatorias.
Un fuerte abrazo, amigo.

bosquedebambú dijo...

Hola Antonio:
Me encanta la manera de escribir que tiene el poeta fallido del correo que te llegó por error, muy verídico. No te pongas celoso.
En serio, pienso como tú, que es una pena que la política y sus tentáculos, o mejor dicho tentaculos, llegue a todos los sitios. Un abrazo. BdB