Querido Charly, dos puntos, hace un mes no existías en mi vida y ahora te apareces a cada momento. Escucho radio tres mientras plancho. No me gusta planchar pero me gusta radio tres. Una cosa, pienso, compensa la otra. Voy echando vapor, deslizando la superficie de acero sobre mi camisa negra, que, maldita sea, no tendría que haber lavado con las toallas, ahora lo entiendo mientras acompaño el movimiento de la plancha con el de la mano para constatar que la superficie está lisa, que queda lisa hasta que la arruga la haga fea.
Querido Charly, coma, ahí estoy, mirando la ciudad a través de la ventana abierta como una gran pantalla de cine, es una ventana sin cortinas, una ventana que antes siempre tenía cerrada para no ver la suciedad y escucho que hablan de Murcia, que en la radio retransmiten el concierto de Fede Comin en Las cantigas de mayo 2010 de Ceutí. Yo mientras plancho, empiezo por las mangas y los hombros, y siempre me acuerdo del consejo de mi madre, hijo, mangas y hombros y luego el resto, y ahí estamos cuando Fede evoca tu figura, que parece ser que la lleva en la camiseta, es decir, una camiseta con tu imagen, con la cara de Charly García, el otro, el músico, y se pone a cantar un tema tuyo, Cinema verité, y yo también te veo, en realidad no te veo porque es la radio, sabes, pero te imagino con tus gafas de carey, con los auriculares en la sien, observando la playa.
Sé ahora que no eres un chico tonto más bajo las ondas hertzianas o mejor a través de las ondas hertzianas. Charly García, coma, en tus canciones oigo el rumor del mar y del placer, ciertas verdades que no todo el mundo quiere saber decir. Entonces dejo la plancha y conecto el spotify y busco la canción y la escucho y busco también la foto en la que apareces con el cómic de Marjane Satrapi, no sé, pienso que el arte está por encima de tantas cosas, por encima de la estupidez humana, y pienso que hoy me parece hermosa incluso esa foto que me ha llegado a mi correo donde aparece tu banda en Israel, todos dando la cara al objetivo y luego el reverso, todos con el kipá judío. Podrías llevar la camiseta con quién quisieras, el solideo cristiano o el kipá judío, porque tú puedes, Charly García, tú puedes.
Y canto al final, en voz baja, para no estropear tu canción ,que yo también nací para mirar lo que pocos quieren ver.
Querido Charly, coma, ahí estoy, mirando la ciudad a través de la ventana abierta como una gran pantalla de cine, es una ventana sin cortinas, una ventana que antes siempre tenía cerrada para no ver la suciedad y escucho que hablan de Murcia, que en la radio retransmiten el concierto de Fede Comin en Las cantigas de mayo 2010 de Ceutí. Yo mientras plancho, empiezo por las mangas y los hombros, y siempre me acuerdo del consejo de mi madre, hijo, mangas y hombros y luego el resto, y ahí estamos cuando Fede evoca tu figura, que parece ser que la lleva en la camiseta, es decir, una camiseta con tu imagen, con la cara de Charly García, el otro, el músico, y se pone a cantar un tema tuyo, Cinema verité, y yo también te veo, en realidad no te veo porque es la radio, sabes, pero te imagino con tus gafas de carey, con los auriculares en la sien, observando la playa.
Sé ahora que no eres un chico tonto más bajo las ondas hertzianas o mejor a través de las ondas hertzianas. Charly García, coma, en tus canciones oigo el rumor del mar y del placer, ciertas verdades que no todo el mundo quiere saber decir. Entonces dejo la plancha y conecto el spotify y busco la canción y la escucho y busco también la foto en la que apareces con el cómic de Marjane Satrapi, no sé, pienso que el arte está por encima de tantas cosas, por encima de la estupidez humana, y pienso que hoy me parece hermosa incluso esa foto que me ha llegado a mi correo donde aparece tu banda en Israel, todos dando la cara al objetivo y luego el reverso, todos con el kipá judío. Podrías llevar la camiseta con quién quisieras, el solideo cristiano o el kipá judío, porque tú puedes, Charly García, tú puedes.
Y canto al final, en voz baja, para no estropear tu canción ,que yo también nací para mirar lo que pocos quieren ver.
5 comentarios:
Ya me dejas intrigado, Antonio.
En cuanto pueda tendré que escuchar algo del susodicho para hacerme una idea.
Salu2.
Linda carta! =o)
Intrigada estoy yo tambien...
Charly es uno de los ídolos más grandes del rock argentino, un mito viviente, un loco, un excéntrico, pero sobre todo, un genio... hablar de Charly en mi país es sacarse el sombrero y esbozar una sonrisa sabiendo que puede descolgarse con "absolutamente cualquier cosa".
Muy buena la carta. Gracias por sacarlo a la luz.
Cariños.
Gracias a todos. Me parece a mí que Charly García no necesita que lo saquen mucho a la luz. Para mí ha sido una aventura, he disfrutado este mes con Charly y espero, ahora que ya lo conozco, seguir disfrutándolo.
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